Primera parte.
Por Amaury Germán Martinez
A pesar de la poca ayuda económica, el deporte en la provincia de Puerto Plata ha venido transitando un camino de éxito, de las manos de los afanosos dirigentes quienes hacen de tripa corazón para el desarrollo del deporte y sus atletas.
Por Amaury Germán Martinez
A pesar de la poca ayuda económica, el deporte en la provincia de Puerto Plata ha venido transitando un camino de éxito, de las manos de los afanosos dirigentes quienes hacen de tripa corazón para el desarrollo del deporte y sus atletas.
El Cronista Deportivo de alguna manera es parte de ese éxito, a pesar de que la sociedad deportiva demanda por un aporte mayor, ahora bien, está el Cronista Deportivo preparado para este requerimiento? Aquí les enumero las claves para que el comunicador pueda convertirse en un profesional capaz de dar lo mejor.
1. Educación. El Cronista tiene que capacitarse incluyendo aprender al menos el idioma ingles. Este importante ente de la sociedad no solo debe comunicar resultados y hazañas, sino que tiene que poseer la preparación ideal para crear, analizar, y colaborar con ideas innovadoras a la causa de la sociedad y del deporte.
2. Tecnología. El Cronista debe manejar herramientas que le permitan estar al día ante un mundo cada vez mas exigente y la actualización tecnológica es imprescindible para conocer, comunicar e interconectarse en esta aldea global.
3. Modelo. El Cronista debe ser un modelo; Esto implica mostrar un buen comportamiento, vestir adecuadamente y exhibir valores que demanda la sociedad. El Cronista es un artista.
Si bien es cierto que esos factores son sumamente necesario para que el comunicador este apto para ejercer su rol en la actualidad, no menos cierto es que hay un elemento que se antepone, es decir, que es mucho más necesario que estos y es BUENAS RELACIONES HUMANAS, sin embargo para que estas sean llevadas a la practica el Cronista ante todo está obligado a perdonar, a que nos referimos?
La Crónica Deportiva ha vivido mucha crisis, crisis que han traspasado la frontera de lo profesional y peor aún, conflictos que han trascendido en el tiempo generando rencor. Si el Cronista no entiende el llamado, sino asume abrazar como un deber cristiano el perdón para embarcarse en un nuevo camino, entonces los esfuerzos por conseguir las tres claves dadas aquí serian inútiles.
El perdón debe y tiene que llegar toda vez que este serviría para dos cosas: 1. Para que el cronista sea reconocido en su justa dimensión y haga los aportes para el desarrollo social y 2. Para que cuando lleguen los eventos de mayor incidencia, la crónica este fortalecida de manera tal que sea un verdadero monstruo de pies de acero y no de barro como ha sido por décadas.

Está diseñado para la mayor cantidad de público existente posible, desde la edad de los 15 años hasta los 80, es decir, un programa de clasificación A, apto para toda la familia.
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